La contaminación por plásticos es conocida y está bien documentada. La gente y los gobiernos son generalmente conscientes de sus efectos nocivos, sea cual sea su nivel de educación en ecología, desarrollo industrial, PIB... En los países occidentales, podría decirse fácilmente que el 100% de la población quiere un planeta limpio sin contaminación por plásticos: es simplemente sentido común. Y, sin embargo, se siguen vertiendo millones de toneladas de residuos plásticos a los océanos, incluso en Europa y Estados Unidos. Las corrientes oceánicas recogen y concentran todos estos residuos plásticos en "giros", remolinos gigantes que atrapan estos residuos plásticos formando gigantescas zonas de "sopa de plástico".

Hay MUCHOS proyectos para luchar contra los residuos plásticos y preservar los océanos de esta contaminación. Algunos dirían incluso que "demasiados", porque los presupuestos invertidos están dispersos en lugar de centrarse quizá en las verdaderas soluciones. Sería confuso: Echos d'Océans ha contabilizado nada menos que 32 asociaciones y fundaciones dedicadas al problema de los plásticos en el mar, sólo para Francia. Desde la limpieza de las playas a los proyectos de limpieza de los océanos, pasando por la educación o la presión política, todos estos proyectos forman parte del esfuerzo colectivo por cambiar las cosas. Pero, ¿cuáles hay que apoyar? ¿Cuáles cumplen sus promesas? ¿Por dónde empezar?

Macro, mini, micro e incluso nano residuos plásticos: es increíblemente complicado desarrollar sistemas fiables, eficaces y rentables para limpiar los océanos de estos residuos. Es mucho más sencillo recoger estos residuos en su origen: ciudades, ríos, puertos.

Limpieza de puertos y ríos

El 80% de los plásticos de los océanos proceden de residuos vertidos en tierra: transportados por los ríos, por plantas de tratamiento de aguas residuales mal dimensionadas, por la cantidad de turistas que visitan el litoral, etc. Así pues, ¿por qué no empezar con la sencilla idea de recoger, filtrar y limpiar ríos y puertos? A escala mundial.

Los puertos

un barrendero
Limpieza de plásticos en las calles

Todos estamos acostumbrados a los barrenderos. Todas las ciudades pequeñas tienen al menos uno para limpiar las aceras y las cunetas y aspirar todo tipo de residuos. Cerca de las ciudades, los puertos concentran los residuos. Limpiarlos, al menos en apariencia, parece una responsabilidad básica de los municipios. Los puertos podrían dotarse fácilmente del mismo tipo de equipamiento: barcos especializados para aspirar y tratar los residuos portuarios. Los presupuestos son aproximadamente equivalentes: 100kE para una barredora o barco de limpieza terrestre con motor térmico, 200kE para una barredora o barco con motor eléctrico. Los costes de explotación y mantenimiento también son equivalentes: se necesitan uno o dos marineros en función del tamaño de la embarcación. ¿Será la cuestión del coste sólo una excusa para librarse de la cuestión de la limpieza del agua bajo la responsabilidad de un municipio?

La construcción de estos barcos se está volviendo industrial. Ecos de los Océanos ha identificado algunos proyectos a modo de ejemplo.

Barcos

Limpiador de residuos de Efinor 92

El grupo EFINOR ha desarrollado una línea completa de barcos de limpieza: desde embarcaciones portuarias hasta buques oceánicos para limpiar la contaminación por hidrocarburos. Filial de un grupo industrial (ex-ecocéane) con sede en Bretaña (Paimpol), esta empresa ya ha vendido más de un centenar de barcos de limpieza en 30 países. EFINOR seacleaner ha desarrollado una tecnología de "doble flujo" para poder limpiar tanto los contaminantes líquidos como los sólidos: sus barcos pueden absorber contaminantes desde 500 kg de sólidos/1 m3 de líquido para los más pequeños, hasta 200 t de sólidos/300 m3 de líquido para los más grandes. La idea interesante es que el flujo de succión creado por estos pequeños barcos es suficiente para crear una corriente entre los barcos amarrados en los muelles y evitar así tener que apretujarse entre ellos. ¡Como las aspiradoras de los barrenderos!

Drones

En funcionamiento en el puerto de St Tropez

Otra empresa francesa, más reciente, tuvo la idea de desarrollar un dron para limpiar puertos: el barco medusa. Situada en la región francesa de Bouches du Rhône, iadys ya ha vendido una veintena de sus drones que limpian los macrodesechos de los puertos. Acoplando 2 drones, se puede arrastrar una red para aumentar la capacidad de recogida. Con una autonomía de 6 a 8 horas, pilotado a distancia (400 m como máximo), este pequeño dron puede limpiar 1000 m2 por hora. Su bajo coste de adquisición y mantenimiento, su maniobrabilidad que le permite ir a cualquier parte y su sencillez de uso ya han atraído a puertos remotos de Asia y Dinamarca. Se están probando nuevas versiones para convertirlos en auténticos robots sin control humano.

Desnatador

La espumadera del fondo marino

¿Las ha visto alguna vez? Pequeñas boyas acampanadas que flotan en la superficie. Se fijan a lo largo de correas, pontones y recogen independientemente los macrodesechos que aspira la corriente natural. Como un skimmer de piscina. La capacidad de recogida es limitada, pero estos sistemas no consumen energía (el empuje arquimédico provoca una oscilación natural). Por ejemplo, el skimmer desarrollado por seabin project se ha instalado en una treintena de puertos deportivos, lo que representa 860 skimmers que han recogido más de 832 toneladas de residuos. Además, la empresa ha firmado un acuerdo de colaboración con la empresa líder en pontones, poralu marine.

Los ríos

un interceptor situado en la curva de un río

La asociación californiana The Ocean Clean-up, criticada por algunos científicos por su proyecto de una gigantesca red autónoma para capturar macrodesechos en el Pacífico Norte, se ha centrado ahora en la limpieza de los ríos con su barcaza "interceptora". Según la asociación, el 80% de los plásticos son arrastrados por 1000 ríos de todo el mundo. Basta con instalar 1000 interceptores y ¡listo!

una barrera de burbujas de aire para filtrar los residuos

También hay que mencionar un proyecto que acaba de iniciarse en Holanda con un prototipo: la gran barrera de burbujas. La ventaja de este proyecto es que no obstaculiza ni la navegación de los barcos ni el movimiento de los peces. Sin embargo, su eficacia aún está por demostrar: los costes de mantenimiento y la infraestructura necesaria para su instalación siguen siendo obstáculos para su implantación mundial.

En conclusión, el mercado de la limpieza de puertos y ríos parece estructurarse gracias a la voluntad política de los países occidentales: los fabricantes podrán desplegar soluciones eficaces a costes razonables a corto/medio plazo. Pero la verdadera cuestión es cómo desplegar estas soluciones en los países africanos, asiáticos o indios, donde la concienciación sobre la contaminación plástica es bastante escasa. Pero aún hay esperanza:

  • Ocean Clean Up acaba de recibir un millón de dólares de una asociación de Santa Bárbara (California) para instalar un interceptor en Jamaica.
  • La empresa californiana 4Ocean recauda fondos para pescar plásticos en Bali y Haití.

Es posible que los fondos occidentales puedan desencadenar esta toma de conciencia en estos países.

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